lunes, 31 de agosto de 2009

Los alumnos están en contra de los videojuegos - Fuente: www.educ.ar

Los alumnos están en contra de los videojuegos

Hace unos pocos días leí una nota que me llamó la atención y que quiero compartir con ustedes.

Bajo el título "El videojuego es parte de mi escuela" el diario El País, publica un artículo muy interesante donde, además de lo que se dice en forma explícita y que da mucha carne para el análisis hay un párrafo que, a mi juicio, es esclarecedor y contribuye a consolidar la visión personal, un tanto pesimista, que tengo desde hace tiempo sobre el dispositivo educativo denominado escuela.

Dice allí: "Cuanto más nos centramos en el elemento educativo del juego, más disminuye la motivación del alumnado".

En segunda lectura: lo que entra en la escuela sufre, en la interpretación de los alumnos actuales, un desdoblamiento simbólico que lo desvaloriza respecto de lo útil, ameno, apropiado o vinculado con la vida, sea real o imaginaria.
La escuela es lo otro innecesario. Y del interés que despierta da cuenta el clima que allí suele imperar y que está demás que les cuente.

Esta situación trajo a mi memoria una indagación que hicimos unos 15 años atrás con algunas maestras de enseñanza básica, en el contexto de la Escuela de Capacitación, Perfeccionamiento y Actualización docente de la Ciudad de Buenos Aires, cuando el área de Tecnología era todavía una construcción incipiente en las escuelas.

A un grupo de unos 1200 niños en diferentes escuelas se le formularon, separadamente y una a continuación de la otra, dos preguntas:

1. ¿Qué te gustaría aprender en tecnología?

2. ¿Qué quisieras que te enseñen sobre Tecnología en la escuela?

La segunda pregunta, obviamente, hablaba de la misma temática que la primera, pero, como es habitual, parece que los alumnos no lo entendieron debidamente.

A la primera, cada uno de los niños contestó con multitud de interrogantes (no menos de cuatro cada uno). Entre las que aún conservo en mi memoria están:

“Dónde se toman los aviones para viajar a Marte”

“Quién hizo el ascensor y quién lo inauguró”

“Cómo funciona el elicojoto” (Con varios dibujos de un helicóptero en la hoja).

La segunda pregunta quedó sin respuesta en un 80% de los casos. Quienes contestaron formularon un sólo interrogante que, en la mayoría de los casos, no tenían realción con la Tecnología. Entre ellos, dos que me impactaron.

Una era de un niño que pretendía saber quién era “La esdrújula” y otro que buscaba respuestas sobre “El primo del número”.

Conclusión, la realidad está llena de interrogantes que atraen, la escuela genera escasas inquietudes sin asidero con la realidad.

Una cosa son los interrogantes de los niños y otra muy diferente las respuestas de la escuela.

Algunas de estas temáticas las ampliamos en Educación y Tecnología - Una rareza en la escuela. http://edutecno.ning.com/

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