domingo, 13 de septiembre de 2009

Quieren beatificar a Chesterton - Fuente: www.laprensa.com.ar

Quieren beatificar a Chesterton

13.09.2009 | El doctor Ian Ker, que es profesor de Teología y fue profesor de Literatura Inglesa, anticipa que estamos ante el comienzo de un serio interés académico sobre el escritor. Dice que su santidad fue reconocida ya en su tiempo.
Por Agustín De Beitia
El genial escritor Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), uno de los más grandes pensadores ingleses del siglo XX y cuya vida fue una constante búsqueda de la verdad, fue un mordaz apologista de la fe. Si bien desde hace años se plantea su canonización, el deseo cobró ahora impulso en una conferencia internacional convocada por la Chesterton Society el pasado 4 de julio en Oxford, a la que asistieron los mayores exponentes en el estudio del escritor, donde se presentó la propuesta de abrir la causa de su beatificación.

La Prensa entrevistó a uno de los oradores de esa conferencia, el doctor fray Ian Ker, que es profesor de Teología en la Universidad de Oxford y fue profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de York, por correo electrónico.

El profesor, que ha publicado más de veinte obras y es un renombrado biógrafo del cardenal John Henry Newman, está completando un libro que llevará por título Chesterton, a life. Sobre el autor de Ortodoxia, un hombre de ingenio sin igual, maestro de las paradojas, y que escribió de casi todo con alegría contagiosa, Ker resalta precisamente el vínculo que hay entre su humor y su santidad.

- Pedir su beatificación es una vieja aspiración de sus simpatizantes. ¿Por qué la idea encuentra impulso sólo ahora?

- La conferencia fue convocada por el periodista y escritor William Oddie, quien publicó el año pasado (con Oxford University Press) un estudio biográfico sobre el desarrollo religioso de Chesterton hasta su descubrimiento de la ortodoxia, es decir, hasta 1908. Otro de los expositores, el teólogo dominico Aidan Nichols, publicará en breve un libro sobre Chesterton y yo mismo estoy completando otro. Por lo tanto, estamos ante un verdadero comienzo de un serio interés académico sobre Chesterton, quien ha sido un escritor largamente negado aquí entre académicos e intelectuales.

- ¿Quiénes respaldan la propuesta?

- Algunos de los oradores y asistentes a la conferencia.

- ¿Cuáles son los pasos que debe seguir la propuesta a partir de este momento? Entiendo que un obispo debe presentarla.

- El obispo de Northampton, diócesis donde se encuentra situada Beaconsfield, tendría que crear una comisión histórica para examinar la vida y obra de Chesterton. Si ese estudio fuera favorable, entonces la causa sería enviada a la Congregación para la Causa de los Santos, en Roma. El caso de Newman sería una causa similar en ese sentido. El también fue un converso, un escritor, y un hombre como Chesterton, con un culto más global que local.

LAS RAZONES

- ¿Por qué considera usted que Chesterton debería ser beatificado?

- Porque su santidad fue reconocida incluso por no creyentes en su tiempo.

- ¿Cuáles son las virtudes para admirar en él?

- La humildad es la más obvia. Practicó lo que puede verse como un oxímoron: una humildad heroica. Monseñor Ronald Knox la definió como un arma apologética más poderosa que sus escritos. En este sentido, su autobiografía es muy significativa por el retrato que hace el autor de sí mismo, en particular por la humorística modestia que recorre sus páginas. La concepción de Chesterton de humildad es muy cercana al humor.

- Usted disertó sobre el humor y la santidad en relación a este escritor. ¿Podría explicar eso?

- Sus bromas son suficientemente conocidas. Pero lo que sus biógrafos casi han ocultado es cuán importante fue el humor para Chesterton. El fue extremadamente divertido tanto en la vida como en sus escritos. Más que eso, vio la vida a través del prisma del humor. La importancia del humor es esencial para entender tanto su concepto de santidad como para apreciar su propia santidad. Para Chesterton es muy significativo que "todos los animales excepto el hombre sean serios" y que "el hombre sea la única criatura que sí ríe". El Dios cristiano, para él, debe ser un Dios humorístico si estamos hechos a su imagen.

- Jorge Luis Borges, que era agnóstico, dijo alguna vez que cada página escrita por Chesterton expresa una felicidad. Creo que es muy cierto. ¿Por qué cree usted que Chesterton provoca ese sentimiento?

- Me temo que no sé qué inspiró a Borges a decir eso. Pero por cierto que prácticamente cada página de Chesterton contiene reflexiones de una gran agudeza de ingenio, expresadas la mayoría de las veces como paradojas.

- Pio XI envió un telegrama a su muerte donde lo calificó como un "dotado defensor de la fe". ¿A qué se debió?

- El Papa envió ese telegrama debido a los escritos apologéticos de Chesterton, primero sobre el cristianismo y después de su conversión sobre el catolicismo.

- Pese a que se convirtió de grande y fue católico sólo en sus últimos 14 años, usted lo considera un escritor católico, y no un escritor como otros, que además son católicos.

- Sí. Me refiero a que su inventiva es completa y minuciosamente católica. Hay otros escritores cuyo catolicismo difícilmente hayan moldeado sus escritos como en su caso.

INFLUENCIA

- Chesterton inspiró la fe de otros. Suelen citarse los casos de C.S. Lewis, Evelyn Waugh, Graham Green o sir Alec Guinnes. ¿Cuál fue el alcance de su influencia en el pensamiento católico?

- Es célebre una anécdota. Etienne Gilson, la gran tomista francesa, una vez dijo que el libro de Chesterton sobre Santo Tomás de Aquino fue la mejor obra jamás escrita sobre el tema. ¡Y fue escrita por alguien que no era un especialista!

- ¿Diría usted que sus trabajos son valiosos para entender el mundo de hoy? ¿Cuáles recomendaría y por qué?

- Sí, por supuesto que son valiosos. En mi opinión sus seguidores no ayudaron a su reputación al sugerir que es el más grande novelista y poeta inglés. El simplemente no lo es, y hubiera sido el primero en admitirlo. Sí es cierto que escribió una innovadora y original novela, El hombre que fue Jueves. También es cierto que fue un escritor de brillantes absurdos y versos satíricos, y autor de un poema, La balada del caballo blanco, que fue inmensamente popular y de gran influencia en sus días. Pero sus más grandes obras fueron: Charles Dickens, Ortodoxia, La era victoriana en literatura, San Francisco de Asis, Santo Tomás de Aquino y El hombre eterno.

- ¿Cuándo leyó a este escritor por primera vez, y qué significó para usted?

- Leí Ortodoxia en mi adolescencia y quedé impresionado. También debo haber leído algunos de las historias del Padre Brown. Pero fue sólo cuando estaba escribiendo mi libro The Catholic Revival in English Literature (University of Notre Dame Press, 2003) cuando realmente me interesé, y quedé enganchado, por la cantidad de paralelismos con ese otro escritor sobre el que he pasado muchos años estudiando y escribiendo: Newman

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