jueves, 23 de julio de 2009

DESDE LA FICCION ANGELA BECERRA REFLEXIONA SOBRE LA NATURALEZA DE LA MUJER - Fuente: www.laprensa.com.ar

Eterno femenino actuallzado

19.07.2009 | En "Ella, que tOdo lo tuvo", la escritora colombiana desarrolla una trama dramática que transcurre en una ciudad de Florencia que nada tiene de turística. El libro obtuvo el premio Planeta-Casamérica 2008.
Angela Becerra, la autura colombiana, encara en su última novela "Ella, que todo lo tuvo" la historia de una mujer que a partir de un accidente emprende un dolorosa camino de recuperación en una Florencia fantasmagórica y fría, alejada de las imágenes primaverales de Botticelli.

La imagen de una enigmática mujer se le aparece a la escritora un helado invierno de 2003 en el Harry"s Bar de Florencia: "Fue el germen de este libro. Yo quería desde hacía tiempo hacer una novela muy de corte psicológico, muy reflexiva, de meterme en los recovecos del mapa interior de una mujer", cuenta la escritora.

BIEN RECONOCIDA

"Empecé a acariciar la idea, pero le tenía cierto respeto, sabía que iba a ser un tema duro de trabajar, porque esa mujer tiene un accidente en el que desaparecen su marido y su hija", dice Becerra que con esta novela se alzó con el Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica 2009.

Al darle a la protagonista el oficio de escritora, "supe que me iba a implicar emocionalmente. Me iba a remover las entrañas. La fui aguantando y en el medio salió "Lo que le falta al tiempo" (Latin Literary Award 2007) hasta que ya me pidió ser escrita", evocó la autora también de "El penúltimo sueño" (Premio Azorín de Novela, Premio al Mejor Libro Colombiano 2005 y Latin Literary Award 2006 y "De los amores negados" (Latin Literary Award 2004).

"Cuando comencé a escribir me vino a la cabeza una historia que la tenía como aparcada desde hacia muchísimos años. Yo tenía 9 años -recuerda- y mi hermano recibió una carta de un amigo que estaba viviendo en Florencia cuando hubo esa desborde terrible del Arno y se perdieron miles de obras de arte (1966)".

ALUVION DEL 66

La comuna de Florencia pidió auxilio a todos los institutos y universidades de Europa para que los jóvenes voluntarios vinieran a ayudar a sacar lo que estaba en el lodo. "El amigo de mi hermano había hecho de "angeli del fango" y explicaba con lujo de detalles el magnicidio de esas obras. A mí me quedó como una cosa dantesca y cuando volvió esa imagen dije: "es perfecto para la novela".

"Yo quería trabajar también los traumas infantiles el abuso sexual infantil, que habían hecho que ese mapa psicológico de ella fuera tan peculiar", revela la escritora.

Además, remarca Becerra, "tuve clarísimo que la protagonista no iba a tener nombre, que el pronombre se iba a convertir en el nombre de ella, porque en ella iba a reunir a todas las mujeres. Y en cada hombre que iba apareciendo, se mostraba una faceta de Ella".

"Ella camina por Florencia y se encuentra con un local de libros antiguos. Que aparece porque yo tengo adentro lo del aluvión -apunta-. Y esto me abre otro camino en la novela que es el tema de la restauración: el cómo restaurando libros, tratar de restaurarse a sí misma".

CIUDAD ESCENARIO

"Todo se fue dando en la antesala de la novela -resume la joven autora-. Yo sentía que iba encajando esas partes porque es como un poliedro, muestra distintas caras y en la medida que te adentras va mostrando otra y otra... y se va abriendo poco a poco".

En cuanto a la ciudad escenario, "Florencia termina siendo sometida a la trama, porque incluso desaparecen las estaciones, en esos dos años se crea un limbo climático que los esta acompañando que es esa lluvia perenne, esa desazón, ese frío, una Florencia fría, introvertida, oscura, mustia no la de Botticelli", esboza.

"Con esta novela, me pelee mucho, iba a ponerle un tono de capítulos mas largos, y me pedía otro ritmo. Y el tono lo impuso la misma novela -confiesa-. Y cuando yo me encaje con ese ente todo fue muy fluido. La trabajé muchísimo, me documenté muchísimo, y ha ido siempre al límite, entre la cordura y la locura".

Entre otras facetas de la protagonista, se recorta la figura de la cortesana "Ella se pone una máscara y empieza a recibir hombres que desnudan su alma. Y son hombres que van buscando que ella reaccione de alguna manera. Y el hecho de sentirse escuchados le da el atractivo mayor. Su silencio es compresión", considera la escritora.

EL OUTSIDER

Un personaje que aparece en todas las novelas de Becerra es la de un outsider: "En este caso se trata de un vagabundo, un tenor que decide apearse de la vida. Estar al margen le permite la libertad total de hacer lo que le de la gana. Dice las grandes verdades y es el que marca el tempo emocional de la protagonista".

Publicista hasta los 40 años, Becerra lleva publicado el poemario "Alma abierta" y cuatro novelas, que han sido todas premiadas y su escritura es considerada por algunos críticos como una especie de idealismo mágico.
"Mi primera novela (De los amores negados) que todavía no llego acá, es de todas, la que esta mas cargada de magia. Yo soy muy emocional y en la escritura se potencia toda esa emotividad".

En ese libro "que pronto se publicará en la Argentina", "empiezan a llover sapos, para marcar un estado de ánimo; una mujer se consigue un amante y aparecen flores en las ventanas. En "Lo que le falta el tiempo", la protagonista se siembra en el asfalto y le salen raíces del abrigo. Por eso dicen lo del idealismo mágico", ejemplifica.

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