lunes, 15 de junio de 2009

Proyecto Doxa - Fuente: www.educ.ar


Proyecto Doxa

El Proyecto Doxa es un proyecto de reforma curricular contenido dentro de otro mucho más pretencioso de reforma cultural cuya proyección se extiende a casi todos los ámbitos de la vida. Se fundamenta en el supuesto de que lo que llamamos conocimientos son en realidad meras opiniones. "Somos Filodoxos -no Filósofos-, amamos lo que tenemos a nuestro alcance", decimos.
Uno de los aspectos que trabajamos es la enseñanza de la filosofía, razón por la cual divulgo nuestro proyecto en éste Weblog.
Si asumimos que todo saber se fundamenta en supuestos -en última instancia-, ¿por qué no podríamos permitir que los alumnos definan cuales son aquellos en los cuales van ha fundamentar su forma de pensar y vivir?
La propuesta del Proyecto Doxa es experimental y no puede ser tomada como una alternativa a las clases de filosofía del sistema formal de ninguna nación, sino como experiencia educativa aplicable bajo la iniciativa privada. Sin embargo los criterios utilizados dentro de éste modelo pueden servir a todos los docentes de filosofía, para la reflexión y para la innovación.
Una descripción breve acerca lo que planteamos es la siguiente:
El programa está dividido en tres etapas, el de construcción de un sistema filodóxico, el de aplicación consecuente en el pensamiento y el de aplicación consecuente en la vida.
La primera etapa consta de cinco subetapas.La primera es donde el docente expone la metodología, los parámetros de evaluación, las actividades, los principios de la experiencia, los valores, etc. y expone el único tema teórico del programa: El conocimiento como Doxa y sus posibilidades; en éste planteamos de manera sintética cómo se van constituyendo los diferentes sistemas filosóficos utilizando la metáfora de la ensalada de frutas.La segunda subetapa consiste en presentar a los alumnos un catálogo exhaustivo pero de fácil comprensión, de conceptos, razonamientos, lógicas, fundamentos gnoseológicos, etc. útiles en la configuración de sus sistemas filodóxicos, comprendidos en el ámbito de la posibilidad.La tercera subetapa consiste en analizar con lo dado en la anterior subetapa, la naturaleza y existencia de las varias categorías con que se compone la filosofía, tales como naturaleza, cosmos, hombre, conocimiento, sociedad, Dios, etc., para ello se establecen varios diálogos y debates asistidos entre los alumnos.Durante la cuarta subetapa instruimos a cada alumno que defina cuales supuestos (naturaleza y existencia de las categorías mencionadas) fundamentarán su pensamiento, y a qué sistemas lógicos (dualismo ontológico, dualismo dialéctico, relacionalidad andina, etc.) y fundamentos gnoseológicos (experiencia, razón, fe, sentido común, etc.) se regirá. De ésta manera construirán su sistema filodóxico.En la quinta subetapa se le instruye que construya su propio su sistema filodóxico, para ello el docente presta asistencia y colaboración de manera que el producto tenga una estricta coherencia en sus preceptos, excepto cuando el alumno cuestiona la necesidad de coherencia.Culmina esta etapa con la presentación por parte de cada alumno de una especie de tratado muy sencillo y humilde, pero también muy bien pensado.
Durante la etapa de aplicación consecuente en el pensamiento entrenamos a los alumnos en el pensamiento consecuente. Para ello instruimos que escriban muchos ensayos acerca asuntos que a ellos mismos les parezcan importantes, el contenido de estos debe regirse de manera consecuente y estricta con los preceptos planteados en sus sistemas filodóxicos. La evaluación del pensamiento consecuente se la realiza entre todos, cada ensayo es leído por el respectivo alumno mientras los demás critican las posibles contradicciones existentes en el texto mismo. El docente al conocer cual es el planteamiento filodóxico de cada alumno, puede observar individualmente acerca la falta de consecuencia de su ensayo con el pequeño tratado que elaboró anteriormente. Durante ésta etapa se le exige al alumno que vaya modificando constantemente, bien su forma de razonar o el sistema filodóxico que ha elaborado, de manera que haya concordancia.Esto da lugar la inculcación en el alumno de un espíritu reflexivo, autocrítico, estricto, consecuente, flexible, agudo, filodóxico en resumen.
La etapa final consiste en asumir el sistema filodóxico elaborado y constantemente revisado en la anterior etapa, en la vida, aplicarlo consecuentemente en la práctica.Bien no podemos vigilar a los alumnos en su vida cotidiana ni exigirles que practiquen consecuentemente sus preceptos en casa por razones obvias, pero si les podemos pedir que porten un diario donde anoten sus actividades y todas sus decisiones, desde las más insignificantes para luego explicar en que medida han podido aplicar sus preceptos filodóxicos. De ésta manera entrenamos la reflexión y la voluntad. En esta etapa al igual que en la anterior, el sistema filodóxico del alumno puede ser modificado, pero ésta vez el alumno es cuestionado con mayor rigor por el docente pues sólo por razones filodóxicas puede modificar su tratado, no para justificar sus actos.Ésta etapa culmina con una actividad pomposa: cada alumno defiende, a manera de tesis, los tratados que han elaborado justificándolos con los razonamientos formales que correspondan y mediante anécdotas acerca su aplicación en la vida.La evaluación no se mide literal ni numeralmente, en realidad nadie reprueba ni aprueba, es simplemente una experiencia.
En general, para que un programa tan estricto como éste funcione es necesario establecer un ambiente de confianza, colaboración y cariño. Para inculcar en los alumnos habilidades tan complicadas es necesario asistirlos de forma personalizada enseñándoles a obtenerlas paso por paso, y facilitando en la medida de lo posible su logro. Es necesario también, corromper la relación vertical entre alumno y docente, y reforzar constantemente los logros del alumno.
Lo más importante para lograr establecer algo como esto es conseguir alumnos a quienes les interese, o bien provocar interés en los que tengamos a disposición. Esto se logra en cuanto les demostremos que tienen el poder de definir su línea, de diferenciarse o de constituirse como personas únicas y/o especiales. Como advertencia, los adolescentes trabajarán de la manera propuesta con fidelidad cuando se den cuenta que es importante para sus vidas, sobretodo en un momento en el cual tiene que definirse, por ello no incurran decirles, para convencerles de que participen activamente, que es una experiencia bonita o divertida pues por más que así sea, tienen que asumir que es, recalco, importante.
Y esa es la propuesta.
Me despido.

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